En nuestras redes hemos compartido datos de cantidad de personas afectadas por falta de agua a nivel mundial entre otros, y tal vez podamos pensar “En mi país llueve mucho seguro no vamos a tener problemas de escasez de agua” pero pocos saben que, aunque haya precipitaciones puede haber una deficiencia hídrica.
Cuando hablamos de sequía hablamos de la disminución de las precipitaciones o del caudal de los ríos en relación con el caudal histórico.
Pero la escasez hídrica se da cuando el agua disponible es menor a la demandada para el consumo humano.
Sabemos que debido al cambio climático hay zonas en las que las lluvias han aumentado incluso provocando inundaciones, pero ¿Puede haber escasez hídrica aun cuando haya precipitaciones normales o más abundantes? La respuesta es sí, porque si hay mucha demanda de agua por parte de las personas puede ser que el agua potable disponible no alcance para satisfacer las necesidades de todos. Uno de los factores que influyen en la escasez hídrica son las decisiones que tomamos cada uno de nosotros día a día.
Lo cierto es que según el Ecological Threat Register 2020 varios países de Latinoamérica se encuentran en riesgo de quedarse sin agua. La escasez hídrica además afecta los ecosistemas, la industria, la agricultura, etc.
¿Cómo afecta la escasez de agua a las personas?
Físicamente la falta de agua puede causar múltiples problemas de salud, pero trae también problemas económicos debido a la perdida de fuentes de trabajo en la agricultura, minería, pesca entre otros.
¿Ya pensaste como podrías hacer frente a la falta de agua? Los sistemas BIOMICROBICS están probados por una gran variedad de industrias que reutilizan sus aguas para hacer frente a las sequías y mantener así activas industrias como por ejemplo la ganadería.
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