Un depósito de granos ubicado en el río Mississippi requería creatividad en el diseño del sistema de tratamiento de aguas del lugar debido a que está emplazado en una llanura aluvial . El río Mississippi es un gran lugar para el negocio de los commodities, en este sitio es donde los granos producidos por las granjas del medio oeste se recogen y se cargan en barcazas para transportar las cosechas a lo largo de los principales ríos de Estados Unidos.
La empresa Luis Dreyfus quería estar aquí, así que planearon un depósito de almacenamiento y envío en la ciudad de Cahokia, Illinois, a orillas del Mississippi y frente a St. Louis. Pero hubo un problema con el sitio: la llanura aluvial del río incluía toda la parcela de tierra elegida. Para agravar esto, hubo un cambio de reglamentación en el estado de Illinois que prohibía el uso a largo plazo de tanques de retención. Todavía se pueden utilizar, pero por no más de 12 meses. La empresa no quería el uso de baños portátiles por un largo plazo, pero las perspectivas de una solución permanente para las aguas residuales no eran muy buenas.
El único edificio en el sitio en ese momento era una estructura de oficinas de unos 21 metros de largo y 6 metros de ancho. El edificio solo era utilizado para estaciones de computadoras empleadas por los trabajadores de la compañía, pero elevado 2.5 metros sobre el nivel del suelo en una plataforma por dos razones; uno, si el sitio se inundara el edificio estará por encima de la inundación, en segundo lugar, los trabajadores desde el interior pueden mirar hacia abajo las básculas y cargas de camiones que ingresan a la propiedad. Dos baños y una pequeña cocina eran las únicas fuentes de aguas residuales.
Sin suelo y agua alta
El trabajo comenzó cuando Tebo recibió una llamada de un ingeniero de Dreyfus, aunque estaba a 400 kilómetros de distancia, lejos de su radio normal de operaciones, Tebo accedió a mirar el proyecto. “El sitio no tenía más que 9 o 12 metros de relleno, fue así en las 11 hectáreas”, dice.
El ingeniero explicó el plan para el edificio y dijo que un sistema séptico estándar no funcionaría. Los planes requerían que la elevación del sitio terminado fuera 20 centímetros por encima de la llanura aluvial, esa elevación es también la marca de inundación de 100 años. Construir para permitir una separación adecuada entre un campo de drenaje y el nivel freático habría implicado un gran costo que la empresa no quería pagar, además la empresa quería mantener toda la propiedad cubierta con grava para proporcionar el máximo espacio de maniobra para los camiones. Tebo propuso un biorreactor de membrana porque el agua tratada es muy limpia y no supondría ningún peligro para el medio ambiente.
Los detalles
Las aguas residuales salen del edificio de oficinas por un tubo de PVC, la tubería cae unos pocos centímetros antes de entrar en una bóveda de concreto de 3 por 7.5 metros que sostiene el sistema de aguas residuales.
Las aguas llegan primero a un tanque Infiltrator Water Systems IM540, son enviadas a un tanque de plástico de 2000 litros con un Bio-Microbics SaniTEE, a continuación, el agua fluye en un tanque Infiltrator IM1530 de 5790 litros que contiene el BioBarrier MBR. Una bomba suministrada por Bio-Microbics, y encendida y apagada por un flotador, extrae agua a una velocidad de 1/2 gpm. un panel de Bio-Microbics controla el sistema. Las paredes de la bóveda tienen aproximadamente 25 centímetros de espesor y el piso tiene aproximadamente 30 centímetros de grosor, fue fabricado por Wieser Concrete y transportado en dos piezas: base y paredes — en dos camiones. Una grúa armó la bóveda de 57 mil kilos.
Contra las paredes interiores de la bóveda hay paneles aislantes duros de 5 centímetros diseñado para uso subterráneo. El interior de la bóveda se rellenó con arena para aislar los componentes del clima frío. Encima de la arena hay una tela para evitar que las hierbas echen raíces, y encima de la tela hay 30 centímetros de piedra limpia de 2.5 centímetros.
Una buena planificación significa un trabajo rápido
“Tomó mucho tiempo obtener todos los permisos”, dice Tebo, además de un permiso NPDES para la descarga de aguas superficiales, el distrito de salud local tuvo que dar su aprobación, el Departamento de Salud del estado de Illinois tuvo que dar permiso, al igual que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE. UU, pero el proyecto en sí salió bien.
El primer día se armó la bóveda y se instalaron los tanques, a la mañana siguiente, el equipo instaló la electrónica y puso en marcha el sistema. Técnicos de New Excavating Technology regresan trimestralmente para verificar los parámetros y el funcionamiento del sistema.
Extracto del caso de estudio publicado BIOMICROBICS firmado por David Steinkraus