Las aguas servidas son las aguas residuales domésticas, son el resultado de las actividades cotidianas de las personas. Por ejemplo, la que eliminamos a través de los lavaplatos, sanitarios, etc.
Esta agua contiene cantidad de agentes contaminantes y gérmenes lo que obliga a evacuarlas de forma segura, tanto para las personas, como para el medio ambiente.
Evacuar las aguas servidas, a simple vista, parece sencillo, pero no es así.
El Tratamiento de Aguas Residuales consiste en una serie de procesos que tiene como en eliminar los contaminantes físicos, químicos y biológicos, haciéndola apta para riego o para entregarla a ríos, mares y lagos.
El sistema de ósmosis inversa funciona aplicando una bomba de alta presión a una solución concentrada de agua sin filtrar, que puede estar en forma de agua de mar, agua salobre o agua corriente.
El sistema fuerza el agua a través de la membrana semipermeable, dejando casi todas las sales disueltas y otras sustancias. El tipo de agua que desea purificar con un sistema de ósmosis inversa determinará qué bomba necesita usar para ver resultados efectivos.
En comparación con el agua salobre o de grifo, el agua de mar requiere bombas de mayor y mayor presión porque el contenido total de sólidos disueltos (TDS) en el agua de mar es mayor.
Cuando se usa con un sistema de ósmosis inversa, el pretratamiento debe realizarse para proteger la membrana de la contaminación y el daño prematuro. Esta degradación de la membrana de ósmosis inversa ocurre debido a la acumulación de suciedad como sílice, hierro, manganeso, carbonato de calcio, organismos vivos y muertos y carbonato de magnesio.