Por qué las aguas residuales comerciales e industriales no deberían ser eliminadas inmediatamente

Por qué las aguas residuales comerciales e industriales no deberían ser eliminadas inmediatamente

La eliminación inmediata de las aguas residuales puede tener graves consecuencias ambientales, económicas y sanitarias. Estas aguas contienen nutrientes, materia orgánica y, en ocasiones, contaminantes que pueden ser tratados y reaprovechados. A continuación compartimos 4 razones clave para tratarlas antes de su disposición:

1. Prevención de la contaminación

Las aguas residuales sin tratar pueden contaminar ríos, lagos y aguas subterráneas, afectando los ecosistemas y las fuentes de agua potable.

2. Salud pública

La descarga inadecuada puede propagar enfermedades relacionadas con el agua, como cólera y disentería. Tratar las aguas residuales ayuda a proteger a las comunidades cercanas.

3. Cumplimiento normativo y sostenibilidad

Muchas leyes exigen el tratamiento de las aguas residuales antes de su vertido, promoviendo prácticas sostenibles. Además, el tratamiento reduce costos asociados con multas y daños ambientales. En Uruguay por ejemplo, una de las más relevantes se encuentra el Decreto 253/79, que establece límites estrictos para los efluentes líquidos descargados en cursos de agua. Este decreto clasifica los cuerpos de agua en diferentes categorías, con parámetros específicos para contaminantes como aceites, grasas, metales pesados, detergentes y coliformes fecales. Por ejemplo, se establecen valores máximos de DBO5 (Demanda Biológica de Oxígeno) y pH, dependiendo del tipo de agua receptora.

Además, el Decreto 253/79 detalla cómo deben gestionarse los efluentes en áreas urbanas e industriales, especificando medidas para evitar impactos negativos en el ambiente. También regula la calidad del agua a través de un monitoreo constante para garantizar el cumplimiento de estos estándares.

4. Adaptación al cambio climático

El tratamiento de aguas residuales permite almacenar agua tratada para su uso en épocas de sequía, mejorando la resiliencia hídrica.

Implementar sistemas como los de BioMicrobics asegura un tratamiento eficiente y sostenible, contribuyendo al cuidado del medio ambiente y aprovechando las oportunidades que ofrecen las aguas residuales como recurso renovable.

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